El día 8 de Diciembre nos reunimos para conmemorar el sacrificio que nuestro Señor Jesucristo hizo para redimir nuestros pecados. Eran las 18:30 y comenzaba nuestra reunión, luego de un hermoso punto de predicación en cual declaramos a la comuna de Padre Hurtado la salvación que nuestro amado Dios puede poner en nuestras vidas.
Se daba inicio a un especial servicio donde tendríamos la bendición de cenar con nuestro Señor, entonando la alabanza “El Cordero Inmolado” donde podíamos sentir desde el principio de nuestra reunión la bendita presencia de nuestro Dios. Continuando así el servicio tuvimos la oportunidad de poder alabar a nuestro Dios con el segundo himno congregacional “Consagrarme todo entero”, y “A solas al huerto” entonada por el hermoso Coro Polifónico de nuestra amada Iglesia.
Como bien sabíamos, nuestra reunión de este día era muy especial ya que gracias a la misericordia del Señor, teníamos la oportunidad de recibir la sangre y cuerpo de Jesucristo, es por esto que teníamos la visita de nuestro Superintendente, nuestro Pastor Luis Quezada. Nuestro Pastor vino acompañado de dos hermanos ayudantes que tuvieron la oportunidad de agradecer y dar a conocer lo hermosos que nuestro Dios ha sido con ellos.
A continuación nuestro Coro General canta a Dios con la alabanza “En ti confiaré” donde pudimos sentir la Santa Presencia de nuestro Padre Celestial, luego el Coro de Niños canta al Señor con “Alaba”.
Es así como llegamos a la parte más importante de nuestro Servicio, recibir la Santa Palabra de Nuestro Dios, para poder llevarla a obrar en nuestras vidas y así ensalzar el nombre del Señor Jesucristo. La predicación de la Palabra estuvo a cargo de nuestro Pastor Superintendente Luis Quezada y esta se encontraba en el Evangelio según San Marcos 10:46-52. La predicación nos llevaba a entender que la misericordia de Dios es infinita hacia nosotros, a pesar de nuestras faltas y nuestros pecados nuestro Dios murió por nosotros para lavarnos de todo mal, nos guarda y protege siempre, esto solo gracias a su inmensa bondad y misericordia. Lo que para nosotros parece imposible, Dios lo hace porque para El nada es imposible, lo sobrenatural abunda con la presencia de Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro Pastor Superintendente ponía un especial énfasis en proclamar que Nuestro Señor haría milagros esa noche, confiando y creyendo en Él, en nuestro Padre Celestial, todo es posible. Nos relataba muchos testimonios en los cuales podíamos ver que la misericordia de Dios estaba en ellos y así poder reforzar que lo grande que es Nuestro Señor.
Continuando con el servicio se le dio la oportunidad a los distintos Coros de nuestra Iglesia para alabar y ensalzar el Santo Nombre de nuestro Dios, nuestro Coro Instrumental con la alabanza “En la Intimidad”, nuestro Coro Polifónico con “Mi Roca” y el Coro de Niños con la alabanza “Gracias te doy Señor”.
A continuación se dio inicio a la Santa Cena donde tuvimos la gran y hermosa bendición de poder recibir la sangre y cuerpo del Señor Jesucristo, y donde podíamos sentir la presencia de nuestro Dios en medio de la congregación. Sabemos que somos bendecidos de poder llevar a cabo este gran acto, y poder realizarlo gracias a la misericordia de nuestro Dios, fue El quien murió para lavarnos de todo pecado, maldad y nosotros solo tenemos el deber de alabar y ensalzar Su Santo Nombre agradeciendo lo que nos dio sin ser merecedores de tanto amor.
Luego de nuestra hermosa Santa Cena se dio paso a cantar nuestro último himno congregacional “El Calvario” para así finalizar este precioso servicio en el que tuvimos la oportunidad de alabar, ensalzar y dar gracias a Dios por las maravillas que nos da en cada uno de nuestros días sin merecerlo.
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Dpto. de Comunicaciones
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