Este domingo 16 de Abril, en la celebración de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, los hermanos y hermanas de todas las clases de nuestro circuito; nos reunimos en el templo matriz para conmemorar el más hermoso acontecimiento de nuestra historia y también participar de la Cena del Señor.
Como ya es una bella costumbre, gran cantidad de asistentes participaron de este hermoso culto. Nos honraron con su presencia, dos matrimonios pastorales pertenecientes a nuestro Sector Ocho: Pastor Darwin Muñoz y su esposa la Pastora Gabriela, Pastor Nelson Rogers y su esposa la Pastora Wilma García. Los Pastores y sus esposas, tuvieron la oportunidad de saludar a la congregación y expresar su alegría por la invitación hecha por los pastores dueños de casa Manuel Morales y Erika Altamirano. A su vez, se podía notar el gran cariño con la que fueron recibidos, y esto, mostraba el ánimo y un espíritu dispuesto para recibir primero la Bendita Palabra de Dios y luego lo que sería la Santa Cena.
Hermoso, como siempre, es escuchar a los coros de nuestra iglesia. El Coro Polifónico por su parte, deleitó nuestro espíritu con temas especialmente entonados para esta ocasión “En la cruz pagó mi error… fue por mí”, “Quién ha de llamarle Rey”; Dios cada día llene de gracia a este hermosos coro. El Coro Instrumental, entonó “Jesús es mi Pastor” y “Tú Señor eres mi todo” himno que dio el título al primer álbum que nuestro tubo la bendición de producir hace ya más de 20 años. Y como siempre, nuestro hermoso coro de niños, nos hace levantarnos de nuestros asientos para cantar con alegría. La gloria siempre sea para el Señor, y El cada día bendiga a nuestros hermanos coristas.
La Bendita y Poderosa Palabra de Dios, estuvo en los labios de nuestro Pastor Darwin Muñoz. Basado en la lectura del Libro de Josué 7: 10-25. Tomando el ejemplo de Acan, quien hurtando especies de la ciudad de Jericó, desobedeció a Jehová y con ello trajo gran ruina para él, su familia y el pueblo. El Señor exhortaba a su pueblo: que aquellos pecados ocultos en nuestra vida no tan solo nos dañan individualmente; un Dios Santo, no puede habitar donde mora el pecado, por lo tanto, anidando el pecado en nuestras vidas: nos dañamos a nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestra congregación. El poder de Dios y la manifestación de su Espíritu, no puede habitar donde no hay santidad. Hermoso y sanador mensaje del Señor para el pueblo actual, donde muchas veces nos olvidamos que existe una condenación y pago para aquel que no obedece y no procura vivir en santidad.
Nuestro Pastor Manuel Morales, hizo el último llamado a hermanos que ascendieron a miembros en Plena Comunión. Quince hermanos, recibieron este día la bendición de ser aprobados por los reglamentos de nuestra iglesia, y así, ser recibidos en esta condición.
Ahora, nuestro Pastor Manuel, Obispo Luís Morales, junto a los pastores invitados; daban comienzo a la ceremonia de Santa Cena. Con profundo recogimiento la congregación esperaba para Cenar con nuestro Señor. El Coro Polifónico, acompañaba a la primera mesa compuesta por las familias pastorales y Oficiales Diáconos junto a sus esposas e hijos. Luego de ellos, la congregación en general comenzaba a gozar de esta Cena acompañados en la música por el Coro Instrumental.
Al término de esta ceremonia, parecía que los hermanos y hermanas, esperaban salir del recogimiento y adorar con alegría y alabanza el nombre de nuestro Señor. Aunque avanzada la hora, su pueblo, mostraba la inmensa gratitud por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo y el poder hoy pasar a su mesa. Bendita y renovadora presencia del Espíritu Santo entre nosotros.
Nuestros pastores y congregación, quisieron agradecer la visita de los Pastores D. Muñoz y N. Rogers junto a sus esposas; entregando un pequeño presente representados por dos matrimonios de nuestra iglesia.
Sin duda, un día de alegría delante de la presencia del Señor y en su amada casa. Por algo el Salmista decía con tanta autoridad:
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.” Salmo 84:10
Dios cada día bendiga nuestros pastores y congregación.
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