Este Domingo recién pasado, 4 de Octubre, se realizó nuestra tan esperada reunión General; junto a los hermanos venidos de las distintas localidades de nuestro circuito.
Con la coordinación de nuestro hermano Marcelo Espinoza, oficial diácono de nuestra congregación, comenzamos este hermoso culto de alabanza y adoración a nuestro Señor.
Su presencia se hizo sentir desde la primera alabanza, “Canaán es nuestra meta”, hermoso himno que nos recuerda que aunque estemos pasando por el desierto, el país donde abunda la leche y miel está cerca. Seguimos gozándonos al entonar el precioso himno inspirado en versículos bíblicos “Cuán firme cimiento”; “No habrán de anegarte las ondas del mar…” maravillosas promesas de nuestro amado Dios.
El maravilloso mensaje de nuestro Señor, como siempre fue un bálsamo refrescante para poder comenzar con toda fuerza esta nueva semana. Génesis Cap.45 “4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto.5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.”
Es maravilloso saber, que donde hay un hijo de Dios siempre hay bendición, cuando somos capaces de guardar nuestra integridad y fidelidad a nuestro Señor. Aun en medio de la adversidad o persecución; la lealtad a Jehová es premiada y puede colocarnos en lugar elevado para honra de su nombre.
Una de las tantas cosas gloriosas de congregarnos juntos en armonía, es poder unir nuestras voces en alabanza al Dios Todopoderoso. Poder cantar junto a nuestros coros, sin duda es un momento muy esperado por cada uno de nosotros. “levanto mis manos aunque no tenga fuerzas…”, “Mas Tú Señor eres mi Pastor…” y “Estoy aquí para adorar al que vive en mi…” eran algunas de las alabanzas que entonábamos con todo el gozo del Señor.
Como cada reunión mensual, también se presentaron las primicias al Señor. Colaboración que ha sido de gran bendición para aquellos hogares que están pasando por necesidades. Gracias a nuestro Dios y a cada hermano por esta ayuda que realmente no tiene precio. Además, se hizo una ofrenda especial para ir en ayuda de nuestra iglesia hermana de Coquimbo, la que se vio fuertemente afectada por el pasado terremoto y tsunami.
Deseamos con el alma poder volver a congregarnos con nuestros amados hermanos de las Clases de Santa Mónica, Las Brisas, El Ensueño, Santa Rosa-El Trébol y El Futuro junto a nuestra Iglesia Matriz; y si el Señor no viene antes, seguir alabando a nuestro Señor Jesucristo. Bendiciones!
Depto. Comunicaciones
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