PARÁBOLA DE LA HIGUERA

“Si no os arrepentís todos pereceréis”

Un nuevo culto de adoración y rendición a su soberanía se iniciaba, himno N° 233, Cautivo era de Satán era la primera melodía de las muchas que durante el culto se entonarían en adoración a Dios. 

La coordinación del servicio estuvo a cargo de nuestro Hno. Oficial Diacono Miguel Curilén, quien dio la bienvenida a todos los hermanos para poder gozarse en la hermosa reunión que nuestro Señor tenía preparada para cada uno de sus hijos. Posteriormente se dio la oportunidad de alabar y glorificar a Dios a cada coro de nuestra iglesia a través de hermosos cantos.

Es así como luego nuestro hermano coordinador cedió el servicio  a nuestro amado Pastor Manuel Morales C. para entregar el mensaje que Dios tenía para su iglesia.

Lucas 13:6-9 era el encabezado de lectura en la jornada, contextualizando que había un hombre que tenía plantada una higuera en su viña, visitando por tercer año, el dueño solicita fruto a la higuera y no la encuentra. Al no hallar ordena al viñador a cortar del árbol para usar la tierra con algo que ofreciera fruto, pero éste intercediendo ante el dueño y expresando piedad hacia el árbol apela a dejar un año más la higuera para él preparar nuevamente la tierra y esperar de fruto.

Simbólicamente esta parábola expresa las muchas oportunidades en que Dios nos permite renovar nuestras vidas, visualizar mediante frutos espirituales nuestro andar en Cristo. Gálatas plantea claramente El Fruto del Espíritu Santo, su característica y como obedecer a una vida plena en sus principios.

“La Higuera” en nuestros tiempos representa la vida del cristiano que ha despreocupado su vida espiritual, la sequedad y estancamiento del crecimiento como hijo de Dios. El “viñador” a Jesucristo como nuestro intercesor, quien apela por nuestras vidas, nuestros muchos errores, solicitando no “ser cortados”, si no “dejándonos un año más”. El “Fruto” es la personificación misma de la obra del Espíritu Santo en el hombre, ser árbol con fruto abundante, habla de un cristiano preocupado de su relación con Dios, es la medida de su crecimiento y madurez en Cristo. Finalmente, el “dueño de la viña”, es Dios, como soberano y Rey de toda creación, que advierte ser Dios de amor y fuego consumidor, sabiendo que Él al hijo que ama castiga y reprende.

Sin embargo, hoy Dios recuerda que “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece” y si alguno se encontrara en estancamiento espiritual, salir de eso es el mandato de Dios. Crecer como cristiano y ser “luz del mundo” es nuestro objetivo. Honrar bajo todo contexto a nuestro Creador es y será nuestro emblema.

Luego de la hermosa predicación de la Palabra del Señor, nuevamente los coros de nuestra iglesia entonaron preciosas alabanzas para glorificar el nombre del Señor.

A continuación, se realizó el reconocimiento a los alumnos y alumnas destacadas de la Escuela Dominical 2018, el cual fue llevado a cabo por nuestra Hermana Jessica Guerra, encargada del Departamento de Escuela Dominical de nuestra amada iglesia. ¡Que Dios siga bendiciendo su hermosa Escuela Dominical!

Es así como se dio por finalizada la hermosa reunión que Dios tenía preparada para cada uno, dejándonos en claro la importancia de ir creciendo espiritualmente siempre, para que así podamos producir frutos que Dios quiere que tengamos, como también, tenemos que estar seguros que el Señor nunca nos soltará de sus manos porque su misericordia y fidelidad hacia nuestras vidas es inmensa y eterna.

Amén.

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