Una de las lecciones más hermosas dejadas por nuestro Señor Jesucristo, fue la de amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos; no de dar hasta que duela, sino, la de dar con alegría.
Cuántos de nosotros al ver las lamentables noticias llegadas desde el norte de nuestro país, quisiéramos haber tenido los medios para ir y ayudar a aquellos que estaban literalmente en desesperación. Pero se puede con un “granito de arena” hacer cosas maravillosas.
Fue así, como el día 23 de Abril; un grupo de hermanos voluntarios se dirigió hacia Conchalí, a contactarse con el Pastor Víctor Cuevas quien sería el lazo entre la ayuda enviada por nuestra congragación y nuestros compatriotas del norte.
Toda la ayuda tan generosamente aportada por nuestros hermanos de la Iglesia de Padre Hurtado, cada kilo de amor, fue llevado hasta ese lugar.
Sabemos, que nuestro país está en las manos de nuestro Dios, hay un pueblo que clama día tras día, constantemente por él , sus autoridades y cada rincón de nuestro Chile.
Avancemos predicando el evangelio del Señor Jesús, sigamos su ejemplo en cada área: La fe y las obras; siguiendo la premisa… “No nos cansemos pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9
Depto. Comunicaciones
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