El día sábado 07 de noviembre de 2020 las y los jóvenes y adolescentes de nuestra Iglesia como de las Iglesias pertenecientes al Sector 8 de nuestra Corporación fueron grandemente bendecidos. Esto porque se llevó a cabo el Encuentro de la Juventud “Con Cristo somos más que vencedores” de nuestro sector a través de la plataforma Zoom; bien sabemos lo necesario que es para los adolescentes y jóvenes ser participantes de estas reuniones y encuentros que constantemente se hacían en modo presencial los años anteriores, y que con la ayuda del Señor este año se pudo realizar de modo online debido al contexto en el que nos encontramos.
Durante este encuentro, en el que 20 adolescentes y jóvenes de nuestra Iglesia participaron, se expuso un tema muy relevante para la vida de un cristiano, y más aún para la juventud. El tema trataba sobre discutir los propósitos y prioridades que tenemos en nuestra vida, relacionándolo así con las decisiones que tienen que tomar los jóvenes cuando llegan a esa etapa; una segunda discusión trataba sobre cuáles creemos que es el propósito de Dios para nuestra vida y así discutir la importancia de la espiritualidad en cada uno, para posteriormente hacerse la pregunta sobre cómo estamos haciendo coincidir estas dos anteriores discusiones, es decir, ¿estamos trabajando de igual forma para alcanzar nuestros propósitos materiales y espirituales? O ¿estamos más enfocados en alcanzar solo un área de nuestros propósitos que no va necesariamente con lo que el Señor quiere para nosotros?
La reflexión ante esto era que nuestras prioridades y propósitos tienen que estar bajo el sello de Dios, entendiendo que la salvación es nuestro objetivo final y que los objetivos circunstanciales que podamos tener en la vida son legítimos, pero que están siempre bajo la voluntad del Señor, sabiendo que sus planes para la vida de cada uno son perfectos. Debemos saber que a pesar de que quizás por la voluntad del Señor no alcancemos lo que queremos, su divina voluntad es perfecta, entendiendo que Dios tiene control sobre todo, y que con Cristo somos más que vencedores (Romanos 8: 37), además de saber que a los que aman al Señor todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28).
A través de grupos pequeños divididos por edad y con un líder, se pudo conversar y discutir este tema de manera más directa donde cada joven pudo comentar su visión sobre el tema planteado, produciéndose así una interacción entre adolescentes y jóvenes de distintas iglesias.
Confiamos y creemos que el Señor está trabajando en la juventud de nuestra Iglesia y en la de cada una de las Iglesias, sabemos que sus planes para la vida de cada uno son perfectos, solo Él conoce lo que vamos alcanzar o no pues tiene el control de todo. Esperamos con gran fe que este encuentro haya dejado una gran enseñanza y que sigamos reflexionando lo importante de que el Señor sea el centro de nuestra vida y que el objetivo final de nuestra vida sea la salvación por medio de la fe.