El compañero en el camino
Como es habitual, este primer domingo de Junio, se reunieron en el templo Matriz; las clases y locales de nuestra iglesia. Como una forma de compartir como cada mes, el gozo del Señor como no se puede hacer otros días; ya que cada clase se reúne en su respectiva localidad: Santa Mónica, El Ensueño, El Trébol, El Futuro y las Brisas, compartían este domingo junto a los hermanos del templo Central.
Celebrando en primer lugar, la dicha de poder compartir juntos el culto a nuestro Dios, de los cánticos y en especial del mensaje de la Palabra de Dios impartida por nuestro Pastor Manuel Morales.
Como broche de oro de cada culto, su palabra no solo nos alienta sino que lava, limpia y transforma; y no es casualidad que sea el bálsamo que refresca para comenzar una nueva semana. En esta oportunidad, el Señor nos hablo en Lucas 24:13-35 “¿Porque estáis tristes?” preguntaba el Señor y que insensatos nos volvemos a veces al no reconocer su compañía a cada instante. Ahí está Jesús, El Divino compañero en el camino. Que el clamor de nuestro corazón cada día sea “quédate Señor”
Que maravilloso es habitar juntos en armonía y más aun sintiendo la hermosa presencia del Señor; con esos ingredientes el fuego cae y ¡de que manera!
Nuestro Coro instrumental interpreto la alabanza “La gran victoria” y el poder del Señor se derramó sobre su iglesia como una respuesta clara y confirmando su palabra “Hijo yo no te olvide y jamás te abandone, sepas que cuando llorabas yo contigo llore” confirmándonos nuestro Dios que no íbamos solos en el camino, sino que El jamás nos ha abandonado.
Glorificamos al Señor por el privilegio que nos da de poder ser una congregación que puede alabarle a través de los canticos. No tan solo nos gozamos junto al Coro Instrumental; sino además con la esperada intervención de nuestros hermanos del Coro Polifónico que cada mes nos sorprenden con nuevas y hermosas alabanzas. Están también los canticos de nuestros pequeños que hacen imprescindible su participación en cada culto con el gozo de los “Coritos pentecostales”.
Rogamos a nuestro buen Dios, que El cada día respalde a su pueblo y la guía del Espíritu Santo no nos dejen jamás.
Le pedimos también, que su poder y fuerza acompañen a cada encargado de clase junto a su esposa, familia y ayudantes; a cada jefe de cuerpo y colaborador. Nos permita permanecer en unidad de espíritu y fieles a su obra hasta que El venga.
Bendiciones.
Depto. Comunicaciones
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